martes, 19 de mayo de 2020

PROPUESTA PSICOMOTRICIDAD: YOGA


CALENTAMIENTO.
Los pies.
Nos descalzamos. Caminamos utilizando por orden las puntas de los pies, los talones, los lados internos, los lados externos. Al terminar estiramos bien los empeines.
Imaginamos que estamos en la playa y dibujamos con los pies en la arena. Dibujo un círculo, un sol, escribo mi nombre… primero con un pie, luego con el otro.
Jugamos a recoger cosas con los pies. Un papel, una camiseta,…
Corremos sin movernos del sitio liberando la voz ¡aaaaaa….!
Los tobillos.
Dibuja círculos con el tobillo, primero girando el pie hacia un lado y luego en la otra dirección. Repite con el otro pie
Rodillas.
Con los pies apoyados en el suelo, piernas juntas y dobladas, haz rotación de las dos rodillas a la vez, hacia un lado y hacia el otro.
Caderas.
Flexiona ligeramente las rodillas, manos en la cintura, giro de caderas una vez a cada lado.
Hombros.
Sube ambos hombros hacia las orejas. Ténsalos y suéltalos de golpe hacia abajo. 3 veces.
Dibuja grandes círculos con los hombros hacia atrás y hacia delante. Repite 5 veces.
Brazos.
Nadamos. Gira alternativamente un brazo y luego otro como si nadaras de espaldas. Repite el movimiento hacia delante.
Muñecas.
Brazos estirados al frente. Cerramos las manos formando puños y giramos las muñecas en círculo hacia afuera 5 veces y hacia dentro otras 5.
Cabeza.
Círculos con la cabeza sin forzar.
Balanceo con la cabeza hacia un hombro y hacia el otro. Repite 3 veces.

SALUDO AL SOL

DE ORUGA A MARIPOSA
Recordamos el cuento de la oruga glotona.
Antes de que la mariposa adopte su forma, vive mucho tiempo como una oruga. Para transformarse teje un capullo alrededor de su cuerpo y cuando lo abandona luce un aspecto completamente nuevo y colorido.
Le explicamos que ahora le toca a él/ella mostrar cómo sale de su capullo convertido/a en una preciosa mariposa. Invítale primero a que se mueva como una oruga.
Nos inclinamos hacia delante y apoyamos las manos en el suelo, frente a nosotros. Imitamos el desplazamiento de las orugas. Repetimos varias veces.
La oruga se cansa y tiene que tumbarse un rato (nos acurrucamos, nos hacemos muy pequeñitos imaginando que dormimos en nuestro capullo). La oruga está ahora dentro del capullo… sufre una transformación y se convierte en una espléndida mariposa.
Ponte ahora  en posición sentado. Con la espalda recta y las rodillas flexionadas (como los indios). Un cojín bajo los glúteos puede ayudarte en la postura. 
Relaja los hombros y cierra los ojos. Relaja tu mente, no pienses, déjate llevar por el ritmo de tu respiración. Coge aire por la nariz y expúlsalo por la boca. 
Si ya está tranquila tu mente, imagina que eres una mariposa, despliega tus alas y ponte a volar. 
Vuela sobre las flores de mil colores: verdes, rojas, amarillas, azules, violetas... Elige una que te guste, pósate y quédate un ratito. Cuando quieras, puedes regresar al lugar en el que estás. 
El Yoga . Una aventura para niños. Helen Purperhart


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