con el pie, con las manos sin botar, botando, rodando...
Después probamos distintos desplazamientos con la pelota intentando no tocarla con las manos:
la llevamos sujetándola con la tripa, con la espalda, con la cabeza... y hasta nos atrevemos a llevarlas en pequeños grupos!
Terminamos la sesión con un masaje: imaginamos que la pelota es un pincel "gordote" y vamos coloreando a nuestro compañero la cara, los brazos, los dedos, el tronco, piernas, pies...
Se ve que lo pasaron fenomenal. Buen finde.
ResponderEliminarSí!!! Las clases de psicomotricidad son geniales! Gracias, Ana. Igualmente
ResponderEliminarExcelente trabajo!!!Fenomenal,gracias por compartir,aplicaré el trabajo con mis peques😀
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