¡Vamos a cazar un oso! cuenta la historia de una familia (un padre -¡qué bien!- con cuatro niños y un perro) que se propone una mañana salir de aventura y cazar un oso. Van con un espíritu decidido ("Vamos a cazar un oso"), confiado (un oso grande y peligroso), y valiente ("Aquí no hay ningún miedoso").
Por el camino, se encuentran con todo tipo de obstáculos, descubriendo en cada ocasión que por encima no pueden pasar, que por debajo tampoco pueden pasar y que no les queda más remedio que atraversarlo. La suerte que tienen es que todas las cosas que tienen que atravesar hacen unos ruidos absolutamente estupendos. Estos obstáculos incluyen un campo de largos pastos verdes (suish, suash), un río profundo y frío (glo glo glorogló), un terreno de barro espeso y pegajoso (plochi plochi plochi plop), un bosque verde y oscuro (túpiti túpiti túpiti tip), una tormenta de viento y nieve (¡Suuu! ¡Uuuu! ¡Fuuu! ¡Uuuu! ¡Juuu! ¡Uuuu!) y por último una cueva estrecha y tenebrosa (tiqui tiqui tiqui tac).
Lo que les espera en la cueva es lo último que se esperaban: ¡un oso de verdad! Se dan todos la vuelta y salen corriendo, rehaciendo el camino de vuelta por todos los obstáculos en orden inverso, con todos esos magníficos sonidos otra vez, pero mucho más rápido y con el oso pisándoles los talones, de vuelta a su casa y directos a la cama, a esconderse bajo de la colcha.
Aquí os dejo con la que hace una versión muy animada. En ella nos hemos inspirado para hacer nuestro cuento motor:
Después esta historia nos ha servido para realizar un circuito: atravesábamos el campo de hierbas altas (suish, suash), el río profundo (glu,glu,glu), el barro espeso y pegajoso (plochi,plochi,plof, argg), el bosque verde y oscuro (túpiti, túpiti, túpiti, tap), la tormenta de viento y nieve (shhhh, uuuh, sssh, uuhh..) y nos adentrábamos en la cueva oscura y peligrosa (tiqui, tiqui, tiqui, ta):
Y finalmente, hemos tenido que darnos una ducha relajante:
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